Dermatitis atópica: ¿qué es y cómo se puede tratar?

Dermatitis atópica

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Dermatitis atópica

Dermatitis atópica: ¿qué es y cómo se puede tratar?

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La dermatitis atópica es un trastorno que provoca enrojecimiento en la piel y picazón. Es frecuente en niños, pero puede manifestarse a cualquier edad.

Te invitamos a que continúes leyendo el resto de la publicación para conocer más a fondo las características de la dermatitis atópica y cómo puedes aliviar sus síntomas.

Contents

Qué es dermatitis atópica

La dermatitis atópica, también denominada eccema, es una enfermedad crónica de la piel mayormente frecuente en la infancia.

Esta afección cutánea provoca enrojecimiento en zonas localizadas de la piel, inflamación y una picazón irritante en el paciente, son un conjunto de anomalías y lesiones que aparecen de forma repentina en la piel.

Esta puede manifestarse de forma continuada o en periodos intermitentes, y desaparecer parcialmente a cualquier edad.

A pesar de que la dermatitis atópica en niños es más común durante la lactancia o la infancia, también puede afectar a pacientes de edad adulta.

Síntomas de dermatitis atópica

La sintomatología típica de este trastorno de la piel suele ser mayormente frecuente entre lactantes, seguido por los niños en la infancia y, en menor grado, las lesiones en adultos.

De esta forma, las manifestaciones clínicas de la dermatitis atópica se dividen en 3 etapas según la edad del paciente:

  • dermatitis atópica bebé
  • dermatitis infantil
  • dermatitis atópica en adultos

Al dividir en 3 etapas esta enfermedad, se podrá realizar un diagnóstico diferencial adecuado, ya que éstos varían mucho según la edad del paciente.

  • En cuanto a la dermatitis del lactante, esta suele presentarse en bebés, de 5 meses o incluso antes, en la zona de la cara respetando la piel de alrededor de los ojos, la nariz y la boca. También, puede presentarse en el cuero cabelludo, las orejas, las manos y en las zonas de las extremidades. Las lesiones en estas áreas suelen presentar pápulas o placas eritematosas y edematosas, con erosiones, exudación e incluso costras. En recién nacidos es poco habitual que aparezcan vesículas características del eccema.
  • Acerca de la fase infantil o dermatitis atópica en niños, esta afección suele iniciarse hacia los dos años y suele detenerse en torno a los siete años, aunque puede llegar a alargarse hasta el inicio de la pubertad. Las lesiones características que se presentan en esta edad se encuentran predominantemente en las zonas de los codos y las rodillas, sin embargo, pueden aparecer en otras áreas indistintamente. En esta fase es más habitual observar vesículas que se convierten en erosiones con exudación y costras.
  • Y en relación con la dermatitis atópica del adulto, esta afección suele suceder a partir de la pubertad. Las lesiones más frecuentes son las placas de liquen simple crónico que generan un engrosamiento de la piel acompañado de un aumento de la dilatación de los capilares. Estas suelen producirse mayoritariamente en la zona de la nuca, los pies y las manos. A menudo estas lesiones suelen aparecer simultáneamente con otras características de la fase del lactante y la infantil.

Por otro lado, los síntomas de dermatitis atópica pueden llegar a ser diversos. Esta enfermedad puede estar acompañada, en ciertos casos, por las siguientes manifestaciones cutáneas:

  • La piel seca es uno de los síntomas más frecuentes entre los pacientes de todas las edades. En especial, los niños más mayores cerca de la adolescencia suelen acompañar esta característica con hiperqueratosis en los brazos y en los muslos, un engrosamiento de la capa externa de la piel afectada.
  • La pitiriasis alba acostumbra a tener mayor presencia en niños en la edad escolar. Esta presenta una serie de manchas blanquecinas redondeadas, parcialmente grandes y no producen picor en la piel del paciente. Aparecen en la cara y en las extremidades donde ya se encuentran las lesiones de esta enfermedad crónica o en zonas nuevas de la piel.
  • El prurigo atópico es una erupción en forma de pequeñas lesiones que pueden convertirse en costras y cicatrices. Sus lesiones suelen manifestarse en las extremidades, especialmente en las piernas, y raramente se encuentra en la cara.
  • La acrovesiculosis se caracteriza por presentar heridas vesiculosas en las manos y los pies acompañadas de purito. Estas pueden llegar a causar mucho dolor al paciente.
  • La dermatitis plantar juvenil se manifiesta en la fase infantil. Unas lesiones rojizas, brillantes y con aspecto acartonado que aparece, principalmente, en la zona de los dedos.
  • La eritrodermia es la forma más grave en la que se presenta la dermatitis atópica. El paciente experimenta un enrojecimiento generalizado de la piel con intenso purito, un incremento de la transpiración y descamación. Además, puede conllevar fiebre, diversas infecciones, escalofríos y trastornos digestivos.
  • La dermatitis irritativa se experimenta frecuentemente en pacientes con esta enfermedad cutánea. Ésta provoca un deterioro de la capa protectora exterior de la piel por la saliva, el eccema del pezón o por el uso del pañal.

Causas de padecer este tipo de dermatitis

El origen de este tipo de infecciones de la piel se debe a una variación genética hereditaria que afecta directamente a la capacidad protectora de la piel.

Esta condición impide que la dermis pueda protegerse de factores ambientales, irritantes y alérgenos, y que se produzcan reacciones cutáneas como picazón, hinchazón y enrojecimiento constantemente o de forma estacional.

Los pacientes con este tipo de enfermedad crónica suelen presentar una sensibilidad y alteración particular en su dermis, su piel carece de proteínas específicas que mantienen su barrera protectora externa totalmente impermeable.

Asimismo, la anomalía de no conservar la humedad en la piel de forma natural también puede ser una causa de esta disposición recurrente a infecciones por bacterias, irritantes y alérgenos.

Se trata de una enfermedad con una gran predisposición genética, modulada por factores climáticos y que acarrea alteraciones inmunológicas.

Los siguientes factores también pueden empeorar y favorecer su aparición:

  • Alergia al polen, el moho, los ácaros o el pelo de determinados animales.
  • El aire seco en el invierno.
  • Resfriados o la gripe.
  • El uso de productos químicos e irritantes.
  • El contacto con la lana u otros materiales.
  • La piel reseca por tomar baños o duchas con mucha frecuencia.
  • El estrés y la ansiedad.
  • Los cambios bruscos de temperatura.
  • Los productos químicos agregados en tintes, lociones, jabones o perfumes para la piel.

A menudo, las personas con dermatitis atópica suelen dar positivo en las pruebas de alergia o tener asma.

Dermatitis Atópica tratamiento

Hasta el momento no se ha podido encontrar una cura para esta enfermedad crónica de la piel. Sin embargo, existen tratamientos para la dermatitis atópica y medidas preventivas que pueden aliviar la picazón y mitigar la aparición repentina de nuevos brotes de esta afección cutánea.

En la actualidad, la base del tratamiento tópico son los corticosteroides, si se utilizan correctamente, se puede lograr un control satisfactorio en la mayoría de los casos.

La elección de corticoides y excipientes debe adaptarse a la lesión, la zona a tratar y la etapa de edad en la que se encuentre el paciente por un especialista, como puede ser la crema de dermatitis atópica con corticoides.

Adicionalmente, el paciente debe evitar todos los ambientes y factores que causan picazón, como el calor generado por el aire caliente o la calefacción alta, los ambientes secos, los cambios bruscos de temperatura, el estrés, el contacto con tejidos de lana, plástico y en algunos casos otras fibras sintéticas.

Aunque el exceso de agua y jabón es dañino, también lo es una limpieza insuficiente.

Lo mejor es tomar una ducha en lugar de un baño, de poca duración, de temperatura moderada y utilizar un gel de pH ácido o champú para dermatitis atópica.

Es recomendable aplicar una crema de dermatitis atópica sin corticoides e hidratante en las áreas secas tras la ducha o en varios momentos durante el día.

Esta crema no debe contener alcohol, fragancias, tintes u otros químicos. Además, es conveniente tener cuidado con los productos de limpieza del hogar, deben evitarse jabones o detergentes fuertes, químicos y disolventes.

Para frenar el empeoramiento de los síntomas en niños muy pequeños se recomienda reducir el contacto de la piel con alimentos ácidos como el tomate, ciertas frutas y el huevo.

Ciertos alimentos ricos en histamina o algunos medicamentos que liberan histamina o vasodilatadores, pueden agravar el picor en los niños pequeños.

Si padeces algún síntoma de la dermatitis atópica no dudes en contactar con un especialista.

DR. GABRIEL SERRANO
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