Síndrome de piel escaldada, ¿qué es y cómo se puede tratar?

Síndrome de piel escaldada

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Síndrome de piel escaldada

Síndrome de piel escaldada, ¿qué es y cómo se puede tratar?

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La piel de los niños es más delicada que la de los adultos y en ocasiones, esta tiende a estar más expuesta a padecer ciertas infecciones que ponen en riesgo su salud y bienestar. 

Si has observado que en tu piel o en la de tu hijo han aparecido recientemente zonas como si estuviesen escaldadas, quizás seas testigo de esta enfermedad cutánea.

Te invitamos a que continúes leyendo el resto de la publicación para conocer más a fondo las características del síndrome de la piel escaldada y cómo puede ser tratada.

Contents

 Qué es el síndrome de piel escaldada

El síndrome de la piel escaldada es una infección de la piel grave causada por las bacterias estafilococos.

Por lo general esta infección suele afectar más a la piel de los niños, produciendo que su piel se descame en partes grandes del cuerpo, como si se hubiese quemado con un líquido caliente, y aparezcan diversas ampollas acompañadas de un malestar corporal.

Esta infección es una reacción a una infección cutánea por las bacterias Staphylococcus que son bacterias presentes en la piel o en la nariz de las personas u otros animales que puede llegar a causar infecciones irritantes en casi cualquier parte del cuerpo.

Algunas variantes de este tipo de bacterias segregan una sustancia tóxica que daña la capa superior de la epidermis, produciendo que ésta se enrojezca y se caiga.

La infección por estafilococos puede extenderse rápidamente por el organismo, ocasionando de tal forma el enrojecimiento y la descamación de la piel de cualquier parte del cuerpo.

Generalmente, las bacterias estafilocócicas no suelen producir ningún problema o infección cutáneas relativamente grave en los huéspedes, esta bacteria suele estar presente en la epidermis sin llegar a producir ninguna complicación.

Sin embargo, las infecciones por estafilococo pueden llegar a poner en riesgo la vida del paciente si estas bacterias llegan a penetrar en el torrente sanguíneo del paciente, las articulaciones, los huesos o los pulmones.

El síndrome de la piel escaldada es muy común entre lactantes o niños de edades inferiores a los 6 años, siendo la época del verano o el otoño las más propensas a su aparición. 

Los lactantes y los niños son los más susceptibles de padecer este tipo de infecciones, a pesar de que los estafilococos están presentes entre el 30% y 50% de los adultos.

La infección en lactantes suele comenzar durante los primeros días de vida, en el muñón del cordón umbilical o en el área del pañal, y en los niños es más habitual que comience su aparición por la cara.

La toxina producida en estas regiones ingresa en la circulación y puede afectar a gran parte de la piel.

Rara vez afecta a personas mayores, a menos que se padezca una insuficiencia renal o una deficiencia del sistema inmunitario.

El síndrome de la piel escaldada por estafilococos es contagioso, su transmisión es muy común y suelen presentarse los primeros síntomas en un periodo de entre 4 a 10 días después de haberse contagiado por estas bacterias.

Síntomas de padecerlo

El síndrome de la piel escaldada suele manifestar determinados indicios en la dermis y una sintomatología muy molesta para el paciente.

Cada niño en particular puede experimentar diferentes sintomatologías y, a veces, los síntomas de esta enfermedad cutánea pueden parecerse a otras afecciones de la piel.

Primordialmente, se debe acudir a un especialista cualificado para identificar y resolver cualquier complicación que aparezca en la piel.

No obstante, hay una serie de señales más comunes que pueden ayudarte a identificar la presencia de esta infección por estafilococos.

Inicialmente, la infección suele comenzar con una lesión costrosa y superficial.

La piel de alrededor se vuelve dolorosa y comienza a presentar una tonalidad rojiza (como si estuviese escaldada).

Este síndrome suele extenderse rápidamente por otras partes del cuerpo, las zonas enrojecidas pueden cubrir gran parte de la epidermis del paciente si no se proporciona una atención rápida.

En la epidermis empiezan a formarse distintas áreas rojas en la zona de la infección que ocasionan una dolorosa sensación para el paciente.

En estas zonas también pueden ir apareciendo distintas ampollas llenas de fluido que pueden reventarse con facilidad, dejando humedecida el área de la piel afectada.

Las ampollas aparecen en las zonas de fricción, como los glúteos, axilas, manos y pies.

Tras unos días, la infección sigue evolucionando y extendiéndose por la epidermis del paciente.

La piel enrojecida puede comenzar a descamarse en porciones de gran tamaño, lo que resulta una circunstancia muy perjudicial.

La pérdida de la barrera protectora de la piel facilita la entrada de otras bacterias y microorganismos al torrente sanguíneo, originando más infecciones.

La caída de la piel provoca que los síntomas empeoren, el paciente puede experimentar una gran pérdida de líquidos por las áreas abiertas de piel humedecida, así como otros síntomas. 

El síndrome de la piel escaldada también puede presentar escalofríos, debilidad y una subida de la temperatura corporal alta.

En ciertos casos, la pérdida de la protección natural de la piel puede conducir a una sepsis y a desequilibrios hidroelectrolíticos.

El organismo del paciente puede responder con una reacción inmunitaria desmesurada frente al daño y desprotección sufrida en la piel.

Esta respuesta, potencialmente mortal, puede dañar los propios tejidos y órganos dando lugar a una disfunción multiorgánica.

Causas de padecerlo

La causa principal del síndrome de la piel escaldada es la infección producida por las bacterias de estafilococos.

Estas bacterias desprenden una toxina que produce que la piel se enrojezca, aparezcan ampollas y se caiga.  

Estas bacterias suelen estar presentes en la piel o en la nariz de las personas de forma natural sin presentar ningún síntoma perjudicial.

No obstante, si se produce una herida o un corte, estas pueden entrar dentro de la piel y producir una infección.  

Además, los estafilococos pueden transmitirse entre personas. A través del contacto directo con otras personas, mediante objetos, como con objetos de aseo, la propia ropa, los pomos de las puertas o el equipo deportivo del gimnasio.

Así como a través de la comida, una persona con estafilococos puede infectar a otras si se está manipulando alimentos sin la debida protección.

Ya que el síndrome de la piel escaldada suele incidir en mayor grado en niños y lactantes, son habituales las epidemias esporádicas de estafilococos en las guarderías.

A través del contacto con un lactante infectado, la transmisión por las manos del personal o algún empleado que sea portador nasal de estas bacterias, los niños pueden llegar a contagiarse de esta infección cutánea.

Tratamiento contra piel escaldada

Para poder llevar a cabo un tratamiento apropiado para combatir el síndrome de la piel escaldada es necesario acudir a un especialista clínico que diagnostique la infección.

A veces se requiere de una biopsia para poder confirmar que la infección está producida por estafilococos, ya que sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades cutáneas.

El tratamiento específico para esta infección por estafilococos será determinado por un especialista basándose en determinados factores como:

  • la edad, la salud o el historial médico del paciente
  • la gravedad que presente la infección
  • la tolerancia del paciente a determinados medicamentos o terapias
  • las expectativas de sanación.

Para tratar esta infección es necesario hacer uso de medicación y un cuidado intensivo.

Su atención precisa de la hospitalización del paciente en la unidad de cuidados intensivos o en el sector de quemados del hospital, ya que el tratamiento es similar al de un paciente con quemaduras en la piel.

El tratamiento requiere de antibióticos antiestafilocócicos suministrados por vía intravenosa o por vía oral, reposición de líquidos para evitar la deshidratación y cuidados locales para tratar las lesiones de la piel como pomadas, apósitos, cremas o vendajes.

En el caso de que la enfermedad se propague rápidamente por todo el cuerpo y las ampollas sean muy desfavorables, el paciente puede recibir el mismo tratamiento que una persona con quemaduras con apósitos con gel de polímeros hidrolizados.

Sin embargo, los niños que reciben tratamiento inmediato antes de presentar complicaciones suelen recuperarse en un par de días sin presentar cicatrices.

Con el diagnóstico de un especialista y un tratamiento rápido no hay posibilidad de que esta enfermedad llegue a ser mortal.

Si has observado que tu hijo, o incluso tú, puede padecer los síntomas del síndrome de la piel escaldada, no dudes en contactar con un especialista, podrá prestar atención personalizada a tu caso y resolver todas tus preocupaciones acerca de tu piel.

Evita que una simple infección cutánea se convierta en todo un problema para la salud.

En nuestro Blog siempre estarás informado acerca de las infecciones de piel o tipos de piel que existen. Por ejemplo, podrás conocer qué es la dermatitis exfoliativa o la tinea capitis entre otras muchas cosas.