En nuestra piel, cabello o uñas, conviven de forma natural multitud de microorganismos, bacterias e incluso hongos. Estos pueden provocar infecciones perjudiciales para nuestra salud y bienestar, identificar las señales de una posible infección cutánea es la opción más adecuada para anticipar y combatir sus efectos adversos.
Si consideras que puedes padecer una infección por candidiasis cutánea, te invitamos a que continúes leyendo el resto de la publicación para poder conocer cómo puedes tratarla.
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¿Qué es la candidiasis cutánea?
La candidiasis cutánea es una infección cutánea producida por la proliferación desmedida de un hongo natural de la piel, la Candida albicans.
Esta infección resulta ser una de las enfermedades más frecuentes entre los pacientes, casi la mayoría de las personas pueden padecer los indicios de la candidiasis cutánea alguna vez a lo largo de su vida.
La Candida albicans es una clase de hongo en forma de levadura que vive de forma inocua en la piel y en las mucosas. Sin embargo, este hongo puede llegar a originar infecciones adversas para la salud en la flora de nuestra epidermis.
Debido a una multiplicación desproporcionada favorecida por una alteración de las defensas locales o un fallo en su proceso regulador normal de fotosíntesis, puede ocasionar una afección desagradable en el paciente.
Los brotes de candidiasis cutánea suelen producirse en partes del cuerpo que acostumbran a estar en continuo roce.
El pliegue de las axilas, los pliegues debajo de los senos o los glúteos, el cuello, el abdomen o en la ingle son áreas de la piel en las que esta infección tiene mayor incidencia.
La forma de presentación de esta infección puede ser localizada o sistémica.
Aun cuando no es contagiosa la candidiasis cutánea por hongos no es contagiosa, es muy común entre pacientes de distintos rangos de edad o tipos de piel, siendo una de las patologías atópicas más frecuentes que afectan tanto a población infantil como adulta, siendo más predominante en niños o recién nacidos que en personas mayores.
Síntomas de la candidiasis cutánea
La sintomatología de la candidiasis cutánea puede ser sencillamente identificada por un especialista debido a su característica manifestación en la epidermis del paciente perjudicado.
Una infección por Candida albicans se particulariza por causar una picazón localizada e intensa en la piel, no obstante, pueden presentarse síntomas más variados, pero igualmente irritantes.
Un brote puede ocasionar sectores rojos, escamosos y húmedos en la piel, así como una sensación de ardor e irritación, inflamación, dolor o sensibilidad en la piel.
Además, entre los síntomas también puede presentarse una erupción cutánea roja, una erupción en los pliegues en la epidermis en zonas localizadas (genitales, abdomen, glúteos, bajo las mamas, etc.), y una infección observable de los folículos pilosos en forma de espinillas o granos.
Adicionalmente, la Candida albicans también puede ocasionar infecciones en las uñas y en las comisuras de la boca.
Cabe destacar que las molestias que puede llegar a ocasionar esta infección no resultan muy desagradables al paciente, no suelen causar mayor problema y son en cierta forma llevaderas.
Pese a lo cual, es primordial administrar un tratamiento médico para prevenir que la infección no se propague por otras partes del cuerpo y se convierta en un problema mayor.
Causas que lo provocan
Existen múltiples factores que pueden predisponer a una persona de padecer este tipo de infección. Los factores que presenta el propio huésped u otros condicionantes ambientales externos pueden ser la causa de la candidiasis cutánea.
Dentro de los primeros factores están los fisiológicos, los genéticos y los adquiridos.
Así los recién nacidos, las mujeres en el periodo premenstrual o embarazadas, los pacientes con enfermedades congénitas, enfermedades debilitantes o que toman antibióticos, corticoides o inmunosupresores tienen mayor facilidad para padecer este tipo de infección.
Por lo tanto, las causas que favorecen que la candidiasis cutánea se multiplique de forma excesiva son las siguientes:
- La ingesta prolongada de antibióticos, su uso continuo puede alterar la flora intestinal o genital protectora.
- El sobrepeso, la obesidad o la ingesta excesiva de alcohol o hidratos de carbono estimulan la cantidad de glucosa en sangre.
- La diabetes, el síndrome de Down, el linfoma o la leucemia, ya que debilitan el sistema inmunitario del organismo.
- El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), trasplantes o la quimioterapia porque aminoran la función del sistema inmune.
- Los cambios hormonales causados durante el embarazo o por la anticoncepción hormonal.
Entre los factores ambientales que favorecen la aparición de la candidiasis cutánea en los pliegues o en determinadas zonas de la piel son las siguientes:
- El calor o la humedad excesiva y prolongada, en el caso de lo recién nacidos puede ser provocada por la propia humedad generada del pañal.
- El uso de ropa interior de materiales sintéticos.
- El uso de prendas de vestir ajustadas que mantienen la humedad e impiden una ventilación adecuada en la piel.
- La fricción entre dos superficies cutáneas o una prótesis dentaria mal ajustada.
- El contacto prolongado con líquidos.
Tratamiento para la candidiasis cutánea
Para poder llevar a cabo un tratamiento apropiado para combatir la candidiasis cutánea es conveniente acudir a un especialista que pueda diagnosticar la infección y evaluar el tratamiento más apropiado para poner solución al problema.
Dependiendo de la magnitud o el tipo de infección candidiásica y el estado de la salud del paciente se elegirá un tratamiento tópico o sistémico.
Lo más común es emplear una crema, un ungüento o incluso polvos que contengan medicamentos antimicóticos.
Por otro lado, los tratamientos sistémicos más frecuentemente empleados son itraconazol o fluconazol, siempre bajo prescripción médica. O también pueden emplearse medicamentos de venta libre en la farmacia como el miconazol y el clotrimazol.
Con estos 2 tipos de tratamientos la infección por hongos suele desaparecer tras una semana de tratamiento, pero, cada paciente sobrelleva esta afección de forma diferente, por lo que es importante seguir siempre las indicaciones establecidas por el especialista.
La higiene corporal también puede favorecer a la pronta recuperación de la candidiasis cutánea. Mantener la piel seca, limpia y expuesta al aire libre utilizando ropa holgada puede ayudar en gran medida a superar la infección.
Además, pueden llevarse a cabo diferentes acciones de prevención para impedir la aparición de esta infección en nuestro cuerpo como las siuguientes:
- reducir el consumo de alcohol, el azúcar o los hidratos de carbono
- evitar la humedad prolongada y realizar un secado apropiado después de los baños en la ducha, el mar o la piscina
- utilizar ropa interior de materiales más naturales
- llevar un control glucémico en caso de pacientes diabéticos, mantener una buena higiene corporal
- no fumar
- llevar una higiene dental diaria y emplear distintos tipos de colutorios de flúor oral en el caso de candidiasis en la boca.
- hacer uso de preservativos en el caso de candidiasis en las ingles.
Si crees que sufres los síntomas de esta infección cutánea, no dudes en contactar con un especialista. En la Clínica Dermatológica del Dr. Gabriel Serrano podemos prestar atención a tu caso y resolver todas tus preocupaciones acerca de tu piel.
Prevenir una simple infección cutánea antes de que se empeore es clave para cuidar de tu piel y de tu salud. ¡Ponte en contacto solo con profesionales!
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